Esta serie de esculturas llamadas “Pendientes”, surgen de la idea de ornamento. Mis esculturas son como collares, piezas cerámicas perforadas y ensartadas en una varilla de hierro. Como un juego de niños, un divertimento.

 

Cuando empecé a trabajar en el oficio de la alfarería, me di cuenta que todo “giraba en torno” a lo femenino. El círculo, la tierra y las formas creadas con esta técnica milenaria, que pertenecen al ámbito de lo doméstico, del hogar.

 

También me interesan formas, como la casa o el huevo, cargadas de simbología y que están íntimamente ligadas a la mujer.